Saint-Malo, ciudadela con imponentes murallas, ofrece sus playas doradas y un viaje a la historia marítima de Breton.
¿Por qué quedarse en esta ciudad?
Situado en la costa de Esmeralda en Bretaña, Saint-Malo es un destino turístico imprescindible, rico en historia, cultura y belleza natural. Esta ciudad corsair, una vez den pirata, seduce a los visitantes con sus imponentes murallas que ofrecen impresionantes vistas del mar y las islas circundantes. Los amantes de la playa encontrarán su felicidad en el famoso Sillon, una zona de arena dorada adecuada para la relajación y deportes acuáticos.
En el corazón del casco antiguo, las calles adoquinadas le invitan a pasear por un laberinto de casas de media madera, artesanías y pintorescos cafés. Los amantes de la historia podrán explorar Fort National, un vestigio de defensas costeras del siglo XVII, o visitar el Museo de Historia de la Ciudad y el País Malouin para sumergirse en el pasado privado de la ciudad.
Para una experiencia única, los visitantes también pueden disfrutar de las famosas mareas de Saint-Malo, un verdadero espectáculo natural donde las mareas cambian dramáticamente el paisaje costero. Por último, las delicias culinarias no quedan con los deliciosos mariscos ofrecidos en los numerosos restaurantes del puerto. Saint-Malo, una verdadera joya de la costa bretona, ofrece una experiencia turística completa e inolvidable.
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Saint-Malo, la joya de la costa bretona, está llena de monumentos imprescindibles que hablan de su rico pasado marítimo e histórico. El recorrido comienza con las murallas de la ciudad, ofreciendo impresionantes vistas al mar y las playas circundantes. A lo largo del camino, descubrimos el Fuerte Nacional, construido por Vauban, símbolo de la defensa de la ciudad. El castillo de Saint-Malo, hoy museo, traza la historia local y ofrece una inmersión en la vida malien de la antigüedad. La Catedral de San Vicente, con sus magníficas vidrieras y arquitectura gótica, es otra visita obligada. No te pierdas visitando la Casa de Corsaire, dando testimonio de las hazañas de los famosos corsarios malouins. Finalmente, una excursión al Gran Bé, una isla donde descansa el escritor Chateaubriand, hace posible cerrar la visita en una nota poética, frente a la inmensidad del océano.
¿Cómo moverse por la ciudad?
Discover Saint-Malo es un encanto facilitado por una variedad de medios prácticos y eficientes de transporte. Para los viajeros de aire, el aeropuerto más cercano es el aeropuerto Rennes-Saint-Jacques, a unos 75 kilómetros de la ciudad. Las conexiones regulares de autobús o tren conectan Rennes a Saint-Malo, ofreciendo un viaje pintoresco a través de la campiña de Breton.
Para aquellos que prefieren el tren, la estación Saint-Malo es el punto central de llegadas y salidas. Las líneas regulares proporcionan conexiones directas a París y otras grandes ciudades francesas. Además, la estación ofrece conexiones con destinos regionales e internacionales.
Una vez en Saint-Malo, los visitantes pueden disfrutar de una red de transporte público bien desarrollada, incluyendo autobuses y transbordadores que conectan las principales atracciones turísticas de la ciudad. Las bicicletas son también una opción popular para explorar esta ciudad histórica a su propio ritmo. Con estas variadas opciones, viajar a Saint-Malo es un juego infantil, permitiendo a los turistas disfrutar plenamente de su estancia en esta hermosa ciudad Breton.